En busca de mayor productividad Nuevas tecnologías para UNA mayor eficiencia en el cultivo

Cada vez más el sector agrícola se enfrenta a la tarea de alimentar a una población mundial en rápido crecimiento y, al mismo tiempo, gestionar una mayor escasez de recursos como el agua, las tierras agrícolas y el suelo. Para enfrentar estos desafíos, la agricultura es un sector clave para la innovación tecnológica donde los conceptos que incluyen agricultura inteligente, de precisión, aplicativos y demás innovaciones buscan mejorar la productividad de este sector.
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En estos tiempos difíciles que vivimos en donde se ve restringido muchas actividades comerciales, surge la tecnología digital como aliado estratégico para los agricultores, cuya estrategia de gestión agrícola reúne, procesa y analiza datos temporales, espaciales e individuales para combinarlos con información que respalda las decisiones a tomar en cada cultivo.
Así, muchos productores alrededor del mundo están tratando de maximizar sus ganancias invirtiendo en áreas que requieren fertilizantes, identificando por fotos tomadas con drones o red guiada por GPS, el muestreo de cada zona del cultivo. Estas tecnologías han llegado al campo para quedarse y hacer más fácil la vida del agricultor, dentro de ellas se pueden mencionar el uso de las imágenes satelitales, sensores de alta tecnología, aplicaciones móviles, entre otras.
Gracias a estas herramientas, se pueden llevar a cabo labores como identificar qué zonas del terreno necesitan más agua y programar los sistemas de riego para que varíen el caudal en función de las necesidades. Esta es solo una de las muchas aplicaciones que tienen estas herramientas. Un ordenador, tablet o móvil son suficientes para saber qué está ocurriendo en el campo. Y ello, en momentos como el actual, supone ganar en seguridad y en eficiencia.

Transformación digital en la agricultura

Los distintos actores de la industria como productores, agroindustriales y exportadores deben comprender las tendencias de transformación digital que están alcanzando a la agricultura. Las nuevas tecnologías se encuentran redefiniendo el nuevo perfil de la actividad, cuyo enfoque se centra en mejorar la productividad. El Internet de las Cosas (IoT) está simplificando, racionalizando y optimizando la recolección, inspección, monitoreo y distribución general de recursos agrícolas a través del uso de sensores en materiales y equipos.
Siguiendo la lógica de la agricultura de precisión, la maquinaria y otros equipos agrícolas se están fabricando con sistemas de navegación en base a una amplia variedad de sensores. Estos se encuentran diseñados con la capacidad de compensar las irregularidades del terreno. También ha tomado preponderancia el uso de sistemas GPS diseñados para analizar el rendimiento y posterior documentación de los resultados de la cosecha directamente desde la cabina del equipo y así facilitar la toma de decisiones de campo en tiempo real.
Los drones están siendo utilizados para el monitoreo de plantaciones y cultivos en países desarrollados con el propósito de combatir factores ambientales dañinos. Existen drones que tienen la particularidad de producir imágenes en 3D las cuales se pueden usar para determinar la calidad del suelo y para planificar los patrones de siembra y plantación. Estos equipos también se están usando para aplicar pesticidas en plantaciones y cultivos.

Robótica y blockchain

Sin duda, la robótica dentro de la agricultura y agroindustria puede mejorar la productividad. Por ejemplo, los robots para la aplicación de agroquímicos, dada su alta precisión pueden reducir la cantidad de agroquímicos hasta en un 90%. Ya existen empresas que están experimentando con láser para identificar y eliminar malezas de manera automática. Existen otras que están diseñando robots para siembra, para cosecha o para trasplante de plantas, las que agregan un nuevo estándar de eficiencia. Estos androides pueden ser muy productivos y además muchas veces resolver problemas de disponibilidad de mano de obra.
Dentro de la trazabilidad, el Blockchain se ha vuelto fundamental. Los mercados buscan la mayor transparencia y consistencia en la información de los alimentos desde el huerto hasta la mesa. En pocas palabras, esta tecnología permite el almacenamiento y la transmisión de información de manera inmediata, transparente y segura, de una forma distribuida, sin un órgano central de control de la información.

Uso de la Nanotecnología

La nanotecnología permite controlar y manipular materia a nano-escala, entre 1 y 100 nm. Un nanómetro (nm) es una milmillonésima parte de un metro o lo que correspondería a cien milésimas del diámetro de un cabello humano. Esta tecnología permite crear materiales; dispositivos y sistemas con propiedades y funciones fundamentalmente nuevas debido a su pequeña estructura.
Así, existen los nanofertilizantes que permiten mejorar notablemente el rendimiento del cultivo y la calidad de las cosechas logrando un plus para los agricultores especialmente los que compiten en mercados muy especializados y exigentes como el europeo. Además permitirá altos rendimientos y alta calidad de la cosecha, son 100% biodegradables, reducción significativa en los volúmenes de consumo por hectárea 7-60 kilos por Ha, y ahorro importante en fertilización.
Gracias a la nanotecnología agrícola los cultivos en el país podrán aumentar la eficiencia de consumo de agua, mejora de la resistencia al daño por heladas, aridez, salinidad, plagas y enfermedades. Asimismo, se podrá aumentar la calidad de los productos agrícolas, especialmente los frutos carnosos y tubérculos, como los tomates y las papas.
A través de todas las tecnologías descritas se podrá generar una extraordinaria data, que no se puede desaprovechar. Parte fundamental de la revolución tecnológica en la agricultura es utilizar toda esta información para generar inteligencia de datos y una mirada estratégica e ingeniería de la agricultura, que en definitiva hace que la transformación digital tome sentido. Lograr ser más productivos y competitivos como industria es una tarea prioritaria de cara a la próxima década.

n estos tiempos difíciles que vivimos en donde se ve restringido muchas actividades comerciales, surge la tecnología digital como aliado estratégico para los agricultores, cuya estrategia de gestión agrícola reúne, procesa y analiza datos temporales, espaciales e individuales para combinarlos con información que respalda las decisiones a tomar en cada cultivo.
Así, muchos productores alrededor del mundo están tratando de maximizar sus ganancias invirtiendo en áreas que requieren fertilizantes, identificando por fotos tomadas con drones o red guiada por GPS, el muestreo de cada zona del cultivo. Estas tecnologías han llegado al campo para quedarse y hacer más fácil la vida del agricultor, dentro de ellas se pueden mencionar el uso de las imágenes satelitales, sensores de alta tecnología, aplicaciones móviles, entre otras.
Gracias a estas herramientas, se pueden llevar a cabo labores como identificar qué zonas del terreno necesitan más agua y programar los sistemas de riego para que varíen el caudal en función de las necesidades. Esta es solo una de las muchas aplicaciones que tienen estas herramientas. Un ordenador, tablet o móvil son suficientes para saber qué está ocurriendo en el campo. Y ello, en momentos como el actual, supone ganar en seguridad y en eficiencia.

Transformación digital en la agricultura

Los distintos actores de la industria como productores, agroindustriales y exportadores deben comprender las tendencias de transformación digital que están alcanzando a la agricultura. Las nuevas tecnologías se encuentran redefiniendo el nuevo perfil de la actividad, cuyo enfoque se centra en mejorar la productividad. El Internet de las Cosas (IoT) está simplificando, racionalizando y optimizando la recolección, inspección, monitoreo y distribución general de recursos agrícolas a través del uso de sensores en materiales y equipos.
Siguiendo la lógica de la agricultura de precisión, la maquinaria y otros equipos agrícolas se están fabricando con sistemas de navegación en base a una amplia variedad de sensores. Estos se encuentran diseñados con la capacidad de compensar las irregularidades del terreno. También ha tomado preponderancia el uso de sistemas GPS diseñados para analizar el rendimiento y posterior documentación de los resultados de la cosecha directamente desde la cabina del equipo y así facilitar la toma de decisiones de campo en tiempo real.
Los drones están siendo utilizados para el monitoreo de plantaciones y cultivos en países desarrollados con el propósito de combatir factores ambientales dañinos. Existen drones que tienen la particularidad de producir imágenes en 3D las cuales se pueden usar para determinar la calidad del suelo y para planificar los patrones de siembra y plantación. Estos equipos también se están usando para aplicar pesticidas en plantaciones y cultivos.

Robótica y blockchain

Sin duda, la robótica dentro de la agricultura y agroindustria puede mejorar la productividad. Por ejemplo, los robots para la aplicación de agroquímicos, dada su alta precisión pueden reducir la cantidad de agroquímicos hasta en un 90%. Ya existen empresas que están experimentando con láser para identificar y eliminar malezas de manera automática. Existen otras que están diseñando robots para siembra, para cosecha o para trasplante de plantas, las que agregan un nuevo estándar de eficiencia. Estos androides pueden ser muy productivos y además muchas veces resolver problemas de disponibilidad de mano de obra.
Dentro de la trazabilidad, el Blockchain se ha vuelto fundamental. Los mercados buscan la mayor transparencia y consistencia en la información de los alimentos desde el huerto hasta la mesa. En pocas palabras, esta tecnología permite el almacenamiento y la transmisión de información de manera inmediata, transparente y segura, de una forma distribuida, sin un órgano central de control de la información.

Cada vez más el sector agrícola se enfrenta a la tarea de alimentar a una población mundial en rápido crecimiento y, al mismo tiempo, gestionar una mayor escasez de recursos como el agua, las tierras agrícolas y el suelo. Para enfrentar estos desafíos, la agricultura es un sector clave para la innovación tecnológica donde los conceptos que incluyen agricultura inteligente, de precisión, aplicativos y demás innovaciones buscan mejorar la productividad de este sector.

Uso de la Nanotecnología

La nanotecnología permite controlar y manipular materia a nano-escala, entre 1 y 100 nm. Un nanómetro (nm) es una milmillonésima parte de un metro o lo que correspondería a cien milésimas del diámetro de un cabello humano. Esta tecnología permite crear materiales; dispositivos y sistemas con propiedades y funciones fundamentalmente nuevas debido a su pequeña estructura.
Así, existen los nanofertilizantes que permiten mejorar notablemente el rendimiento del cultivo y la calidad de las cosechas logrando un plus para los agricultores especialmente los que compiten en mercados muy especializados y exigentes como el europeo. Además permitirá altos rendimientos y alta calidad de la cosecha, son 100% biodegradables, reducción significativa en los volúmenes de consumo por hectárea 7-60 kilos por Ha, y ahorro importante en fertilización.
Gracias a la nanotecnología agrícola los cultivos en el país podrán aumentar la eficiencia de consumo de agua, mejora de la resistencia al daño por heladas, aridez, salinidad, plagas y enfermedades. Asimismo, se podrá aumentar la calidad de los productos agrícolas, especialmente los frutos carnosos y tubérculos, como los tomates y las papas.
A través de todas las tecnologías descritas se podrá generar una extraordinaria data, que no se puede desaprovechar. Parte fundamental de la revolución tecnológica en la agricultura es utilizar toda esta información para generar inteligencia de datos y una mirada estratégica e ingeniería de la agricultura, que en definitiva hace que la transformación digital tome sentido. Lograr ser más productivos y competitivos como industria es una tarea prioritaria de cara a la próxima década.