Envases y embalajes, retos y oportunidades en la agro industria

En estos tiempos difíciles la industria de los envases y embalajes ha demostrado ser un sector esencial e imprescindible para que el mundo siga funcionando, ya que ayuda a garantizar la calidad y seguridad de los alimentos. Si bien en su mayoría están hechos de plástico, está claro que se debe apostar por la innovación en los materiales, con la finalidad de hacerlos más sostenibles.
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e debe tomar el ejemplo de Europa, ya ha puesto una fecha: 2030 será el año en que todos los plásticos deben ser reciclables y eso abre un reto y también una oportunidad a todos aquellos que exportan a ese mercado. En los últimos sesenta años la producción de plásticos se ha multiplicado por veinte, y se sigue incrementando cada año. Solo en este continente se produjeron 55 millones de toneladas de plásticos en 2015, cifra que subió a 60 y 64.4 millones en 2016 y 2017, respectivamente.
La industria agrícola europea consumió en 2017, 1.75 millones de toneladas de plásticos, que se emplean en un sinnúmero de aplicaciones, donde el packaging se lleva un buen porcentaje, aunque en franca competencia con el papel, cartón y madera. La situación en el país es diferente a lo que pasa en Europa, en donde se debe seguir avanzando, con el fin de cumplir con las tendencias y exigencias de los mercados internacionales.
Se prevé que el tamaño del mercado global de envases crezca de 909.2 mil millones de dólares en 2019 a 1,012.6 mil millones en 2021, a una tasa anual compuesta (CAGR) del 5.5%, con el mejor escenario en un incremento del 9.2% y en el peor con uno del 2.2%.

En crecimiento

Según diversos estudios, son los “milennials” los que están impulsando los cambios en el packaging en los productos de alimentación, quienes buscan alimentos más saludables y cuyo packaging minimice el desperdicio alimentario y proteja el medio ambiente. Se prevé que la demanda por envases sostenibles crecerá aproximadamente un 5.1% anual para 2025. Ello obliga a la industria a desarrollar nuevos plásticos, biopolímeros y fibras celulósicas que sean reciclables o compostables.

Su importancia durante la pandemia

Sin duda su uso ha sido crucial a la hora de garantizar la seguridad en el transporte de alimentos. Además ha hecho posible el incremento de las ventas online y de la entrega a domicilio. Los consumidores han apostado en mayor medida por los productos envasados (incluidos los frescos, frutas y verduras) y por hacer más compras desde casa, ya sea por teléfono o vía online, lo que ha hecho ganar protagonismo al embalaje para e-commerce.
Asimismo, la pandemia del coronavirus motiva también nuevos retos y desafíos para el sector de los envases y embalajes. Estos requisitos extra de prevención de contagios están estimulando la investigación en envases y embalajes, con el fin de lograr mejoras tanto en la higiene de los mismos como en la sostenibilidad de estos productos.

Buscando otras alternativas

El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística de España (Itene) viene trabajando en el desarrollo de superficies antivíricas para evitar posibles contagios por contacto, capaces de reducir el tiempo de permanencia del patógeno en las mismas. En este sentido, sigue planteando opciones para dar respuesta a desafíos ya existentes en las tecnologías de reciclado, como la identificación y tratamiento de los envases multicapa o la descontaminación de materiales para su uso posterior en aplicaciones de packaging para contacto con alimentos.
También sostiene que el consumidor está dispuesto a pagar más por productos envasados en cajas que cuidan el entorno. Ello teniendo en cuenta que el cartón “es un producto 100% reciclable y renovable, lo que ayuda a las compañías de todos los sectores a alcanzar sus retos de sostenibilidad”.
Asimismo, en términos de valor y volumen, se estima que el segmento biodegradable será el proceso de más rápido crecimiento entre 2020 y 2025 (este es un material que se descompone naturalmente a través de microorganismos que metabolizan la estructura del plástico biodegradable). En comparación con los plásticos tradicionales, los biodegradables son menos dañinos para el medio ambiente, además de que pueden estar compuestos de bioplásticos fabricados a partir de materias primas renovables; la innovación, en efecto, juega un papel clave en este mercado.

Tendencias en el país

En nuestro país, son cada vez más la empresas productoras de envases y embalajes de plástico, cartón, madera o vidrio que están inaugurando o repotenciando tecnológicamente su división agroindustrial , incluso algunas empresas del exterior están llegando al país para sumarse al negocio de gran potencial de crecimiento.
Una de ellas es la empresa Pamolsa que fue la primera en producir clamshells para uvas y arándanos, en 2015 empieza a funcionar la división agroindustrial para uvas; en 2016 arranca la división de arándanos.

En tanto, importantes empresas como Trupal que produce envases de cartón para uva, mango, banano, palta, arándano, pimiento, mandarina, naranja, entre otros cultivos. ¿Qué beneficios tiene el cartón en relación al plástico? El cartón es reciclable y está sujeto a certificaciones internacionales de inocuidad alimentaria. Cuando se vende un producto en plástico, tiene un valor menor en el precio final que si lo vendes en cartón. El cual, al requerir las certificaciones, genera más gastos pero también se valida el producto internacionalmente.
Cabe anotar que la primera empresa en fabricar cajas de cartón en el Perú fue Trupal, hace veinte años. Luego surgieron otras empresas como Carvimsa, Papelsa, y Papelera del Sur. Cartones del Pacífico, entre otras.
A su vez Campo Andino SAC ofrece soluciones logísticas de embalaje de madera para productos hortofrutícolas como la uva, los cítricos, la palta. Los embalajes de madera, se preservan las cualidades de los productos, garantizando viajes más largos, logran identidad de marca del cliente. Como se puede apreciar el mercado para este sector está en franco crecimiento y diversificación.